Trabajo sucio ;Una entrevista a Mike Rowe por Mike Rowe

Muchos padres parecen empecinarse con la idea de que sus hijos vayan a la universidad.                                          ***                            Life Changing Books        ***

Mike Rowe fue el presentador del popular programa de televisión Dirty Jobs para el Discovery Channel y la serie de CNN Somebody’s Gotta Do It, actuando como aprendiz de personas que realizan el trabajo práctico que mantiene la civilización en funcionamiento. Conversó con Susannah Black de Plough sobre su trabajo práctico, por qué la educación universitaria está sobrevalorada, y cómo encontró la redención en una alcantarilla de San Francisco.

Plough: ¿Qué se pierde si una persona joven no aprende un oficio?

Mike Rowe: Dominar un oficio te da un sentido de competencia, confianza y realización. Algo positivo sucede cuando te vuelves bueno en hacer un trabajo que tiene un principio y un final. Siempre supe cómo me iba cuando estaba haciendo Dirty Jobs, porque todo lo que tenía que hacer era mirar para ver mi progreso. Las personas que nunca aprenden un oficio no experimentan el beneficio de la constante retroalimentación, de saber siempre cómo lo estás haciendo.

¿Qué pasó para que tu enfoque parezca tan radical? ¿Por qué esto no es de sentido común?

En estos días todas nuestras convicciones se perciben binarias. Si abogo por una cosa, la gente asume que es porque estoy en contra de otra. Así que cuando digo que más gente debe aprender un oficio, a menudo piensan que «Mike está contra la educación universitaria». Por supuesto, eso no es cierto. Me opongo a las deudas innecesarias, y pienso que el costo de una carrera de cuatro años está fuera de control. Pero argumentar en favor de los oficios solo se percibe «radical» porque entra en conflicto con la creencia mantenida por años, de que una carrera de cuatro años es el mejor camino para la mayoría de la gente.

¿Cómo se arraigó esa creencia?

Es como la rana en el agua hirviendo. No sucede de la noche a la mañana. En la década de 1960 decidimos que las universidades necesitaban una campaña de relaciones públicas, y conseguimos una muy buena. Era la Guerra Fría, tratábamos de competir con la Unión Soviética, la automatización estaba en su apogeo. Miramos alrededor y dijimos: «Necesitamos más ingenieros, necesitamos grandes expertos que se metan a fondo en las cosas que se aprenden en la universidad». Así que fuimos a las escuelas preuniversitarias con un mensaje verdaderamente absurdo: «Si ustedes no van a la universidad, van a ser irrelevantes, se van a perder». Comenzamos a promover una forma de educación a expensas de otra. Convertimos la mitad de nuestra fuerza laboral en una señal de advertencia. Hicimos de las escuelas técnicas de oficios un premio de consolación vocacional. Suma unas cuantas décadas de representaciones estereotipadas en la televisión, y acabas con una abundancia de mitos y tergiversaciones que rodean una carrera en los oficios.

Muchos padres parecen empecinarse con la idea de que sus hijos vayan a la universidad. ¿Puedes hablarnos más sobre esa presión?

La creencia de que un título universitario es el mejor camino para la mayoría de la gente está profundamente arraigada, y se refuerza cada día de innumerables maneras. Hoy día, si un «buen padre» manda a su hijo a una «buena escuela», y el hijo acaba endeudado e infeliz, el padre —en su subconsciente— puede decir: «Bueno, hicimos todo lo que pudimos». ¿Pero lo hicieron? ¿Es realmente sabio asumir que pedir prestado (o prestar) cien mil dólares, para cursar una carrera en humanidades o bellas artes, es de verdad el mejor camino para la mayoría de la gente? Cerca de la mitad de los que se inscriben en una carrera de cuatro años no la terminan. Ingresan en la fuerza de trabajo sin ningún título y sin habilidades útiles. Sin embargo, se quedan con la deuda.

Los padres están sujetos a la misma clase de presión social que sus hijos. No quieren arruinar a sus hijos. Sus amigos están observando. Y por ello, cada año, miles de padres, bienintencionados y racionales en todo lo demás, permiten que sus hijos asuman un nivel de deuda que simplemente no pueden pagar. ¿Será por eso que el costo de la universidad ha aumentado más rápido que el costo de la energía, los alimentos, las propiedades y la atención médica? ¿Será por eso que tenemos $ 1,5 millones de millones de dólares en préstamos estudiantiles? Estamos prestando dinero que no tenemos, a chicos que no van a ser capaces de pagarlo, para educarlos en empleos que no existen. Mientras tanto, tenemos 7,3 millones de empleos disponibles, muchos de los cuales requieren capacitación, no un título. Probablemente es hora de resistir contra la presión.

¿A qué tipo de oficios usted estuvo expuesto cuando crecía?

Con excepción de mis padres, que fueron maestros de escuela, la mayoría en mi familia eran granjeros, pescadores, o gente con algún oficio. Mi abuelo, que vivía junto a nosotros, era un maestro electricista, uno de esos tipos que podía construir una casa sin usar un plano. Era un genio a su manera, y yo estaba decidido a seguir sus pasos.

¿Qué sucedió?

Por desgracia, los genes de la habilidad son recesivos, y aparentemente yo no los heredé. Me llevó mucho tiempo entender el mensaje de que no iba a ganarme la vida en los oficios, pero fue mi abuelo el que me dio una forma diferente de pensar las cosas. Me dijo: «Mira Mike, puedes ser un obrero calificado, simplemente consigue una caja de herramientas distinta». Tenía diecisiete años cuando comencé a interesarme en la música y la actuación. Auque al principio no me encantaban, aprendí que era bueno en ellas. Por lo menos, mejor de lo que era en construir cosas. Fue una valiosa lección: solo porque te gusta algo no significa que vas a ser bueno en eso, y solo porque no te gusta algo al principio no significa que no debas dedicarte a eso.

¿Cómo fue esa decisión de dedicarte a algo? ¿Cuál fue tu primer trabajo?

Participé en una audición para la ópera de Baltimore y conseguí mi tarjeta de afiliado. Eso me permitió hacer audiciones para papeles en televisión, incluyendo un muy raro pero muy instructivo empleo como presentador en el canal de compras de QVC. Esa experiencia cambió todo. Tres años después, había acumulado suficientes habilidades para anotarme en toda clase de trabajos. Me convertí en un presentador independiente crónico, y me encantó. Trabajé para muchas cadenas, presentando toda clase de programas distintos, y narrando cientos de documentales sobre la naturaleza. Si un cocodrilo estaba devorando un antílope que cruzaba el Serengeti, probablemente yo estaba contando la historia.

Pero, con el correr del tiempo, me fui desconectando poco a poco de las cosas con las que había crecido: de donde proviene la comida, la energía, el trabajo, la historia; y comencé a dar por sentado todas las cosas que valoraba cuando era niño.

Y luego, cuando trabajaba en la CBS en 2001, mi mamá me llamó y me dijo: «Tu abuelo tiene noventa años y no va a vivir para siempre. Sería bueno si pudiera prender la televisión y verte hacer algo que parezca un trabajo». Ella tenía razón.

En ese tiempo estaba presentando un programa llamado Evening Magazine. Fui con mi jefe y le dije: «Mira, ¿por qué razón este programa siempre se tiene que presentar desde una bodega o una inauguración de teatro? ¿Por qué no puedo ir a una obra en construcción o una alcantarilla?

Me dijo: «Haz lo que quieras, Mike; de todos modos nadie está viendo el programa».

Así que presenté un episodio de Evening Magazine desde una alcantarilla. Mi guía era un inspector de alcantarillado y, junto con mi camarógrafo, recorrimos agachados durante millas de suciedad indescriptible, y en el proceso aprendí muchas cosas sobre las alcantarillas. Era raro, divertido y fascinante. También me llené de cucarachas y me atacó una rata. En cualquier caso ese episodio, transmitido al aire una noche durante la hora de la cena, desató a todo el infierno. Algunas personas estaban molestas, obviamente, y llamaron para pedir mi despido inmediato. Pero otros —multitudes más— escribieron con invitaciones. Siempre era lo mismo: «Tienes que conocer a mi papá, mi hermano, mi tío, mi primo, mi hermana. Espera a que veas lo que ellos hacen». Estábamos mostrando trabajo, trabajo real que la gente real hace de verdad, y claramente existía un deseo por ver más.

En fin, después de diez años de actuar como presentador, comencé a actuar como un aprendiz. Vendí ese programa al Discovery Channel como Dirty Jobs, y así fue como me reconecté con el trabajo práctico. Pero comenzó con la llamada telefónica de mi madre.

Cuéntanos por qué comenzaste tu fundación.

Para el año 2008, Dirty Jobs era el programa número uno en la cadena Discovery. Creo que fue el programa número uno en la televisión por cable. Luego la economía comenzó a decaer. Los reporteros empezaron a pedirme que abordara toda clase de temas relacionados con el trabajo. Asumieron que yo podría tener una opinión, y resultó que sí.

Todos los titulares hablaban sobre el desempleo. Pero dondequiera que íbamos veía letreros que solicitaban trabajadores. Así que pensé que podría haber otra historia en el país, una historia de las oportunidades desperdiciadas porque no existían suficientes trabajadores capacitados para aprovecharlas. ¿Por qué nadie hablaba de eso?

Comencé a escribir sobre cosas que los que hacen trabajos sucios saben, pero no el resto de nosotros. Comencé a hablar de las frustraciones de los empleadores que no podían atraer a trabajadores calificados para buenos empleos que nadie quería.

Así que mi fundación, mikeroweWorks, comenzó como una campaña de relaciones públicas en pro de oportunidades en los oficios calificados, y se convirtió en un fondo de becas. Hemos dado entre cinco y seis millones de dólares en «becas de ética de trabajo» a personas que quieren aprender una habilidad o dominar un oficio. Busco candidatos calificados que demuestren la clase de ética de trabajo que todos queremos fomentar, y hago lo que puedo para ayudarlos.

¿Cuáles son las cosas que los que hacen trabajos sucios saben pero no el resto de nosotros?

Saben que si todos ellos llaman para reportarse enfermos durante una semana, la civilización se descarrila. Eso es algo que la mayoría de la gente pierde de vista: la civilización es frágil. Y el conocimiento de que ellos son esenciales crea un espíritu, algo que es inconfundible. Shakespeare lo dijo: «Somos pocos, pocos felices, somos una banda de hermanos». Encuentro esa mentalidad entre los trabajadores de la construcción, los recolectores de basura y en las plantas de las fábricas. Saben que las ruedas se desprenderían, si dejan de hacer su trabajo.

Lo que sorprendía a la gente de los que hacían trabajos sucios era lo bien que la estaban pasando: estaban realizándose. Como grupo, no decían: «Sigue tu pasión». En general, las personas que presentamos en el programa entendían que la pasión es demasiado importante para «seguirla», por eso traen su pasión con ellos.

Hoy día, por otro lado, le decimos a nuestros hijos que el secreto de la satisfacción en el trabajo es identificar primero lo que les hace felices y luego hacer lo que sea necesario para lograrlo. Les animamos a pedir prestado lo que sea necesario para conseguir el «trabajo soñado», como si el trabajo fuera lo que determina su felicidad. Es lo mismo que le decimos a la gente para encontrar a su pareja ideal. La idea de que solo hay una persona para ti, y si solo pudieras encontrar a esa persona, entonces serías feliz. Eso rara vez funciona en el romance, y rara vez funciona en el mundo del trabajo.

Con Dirty Jobs, presentamos al público a personas que ganan salarios de seis cifras al año limpiando fosas sépticas. Personas apasionadas por lo que hacen, aunque terminen cubiertos del excremento de los demás. Cuando les pregunto a estas personas: «¿Cuál es el secreto de la satisfacción en el trabajo?», la respuesta nunca es: «Seguí mi pasión hasta la fosa séptica». La respuesta siempre es: «Bueno, vi alrededor y dije: «¿Qué se necesita hacer en el trabajo? Oh, aquí hay una oportunidad». Luego me las arreglé para ser bueno en eso, y finalmente cómo disfrutarlo». Esa es la diferencia entre traer contigo tu pasión en lugar de solo seguirla.

La mayoría de la gente que he conocido, que son apasionados en lo que hacen, no siguieron sus sueños. Aprovecharon la oportunidad, dominando una habilidad útil y luego llegaron a amar su trabajo, generalmente después de que lograron ser buenos en ello. Es una combinación: habilidad, ética de trabajo, saber quién eres, y saber que lo que estás haciendo es realmente un aporte. Todas estas cualidades hacen a la gente feliz. En Dirty Jobs, conocí a mucha gente feliz.

¿No es este enfoque que está promoviendo más común en Europa y otros lugares que en Estados Unidos?

Así es. En Alemania, por ejemplo, y en Suiza y Corea del Sur, existe un fuerte sentido en la cultura de que los trabajos vocacionales son verdaderamente con aspiraciones. Esa es la diferencia clave, una definición fundamentalmente distinta de lo que significa un «buen trabajo», junto con un gran entusiasmo por los programas de aprendices y las escuelas vocacionales. Eso no quiere decir que nosotros no tengamos excelentes escuelas vocacionales, como Williamson College, New York Harbor School, Dubiski Career High School (a las afueras de Dallas), y muchas otras; escuelas de oficios que te enseñarán soldadura y electricidad. El problema son las relaciones públicas. La mayoría de los padres no saben ni siquiera que existen esas escuelas.

Hablas mucho del trabajo de soldadura.

Eso es porque la sociedad se mantiene unida con soldadura; son el tejido conectivo. Sin soldadura todo se viene abajo. Hace unos cuatro años, una mujer solicitó una beca de ética de trabajo en soldadura. Logramos que se capacitara, encontrara un trabajo y, seis meses después, me envió un tubo por correo. En realidad eran dos pedazos de tubo perfectamente soldados entre sí. Se me ocurrió que cuando alguien te manda un tubo por correo, con una soldadura perfecta y una bonita nota de agradecimiento, quizá estás haciendo algo bien.

¿Sería justo decir que tu trabajo es sobre el deseo de reconectarnos con el mundo físico?

No te puedes reconectar hasta o a menos que primero te des cuenta de que te has desconectado. Eso fue lo que me pasó a mí. Con el tiempo, me volví cada vez más desconectado de muchas cosas que me interesaban cuando era niño en los Boy Scouts. Los primeros episodios de Dirty Jobs me llamaron la atención sobre esas cosas.

Si el programa tiene un propósito mayor es el de recordarle a la gente que los trabajos de cuello azul (obreros) y los de cuello blanco (profesionistas) no son opuestos. Son dos lados de la misma moneda. De igual manera, la disparidad de habilidades y la falta de capacitación no es un misterio, sino un reflejo de lo que valoramos y de lo que no valoramos.

En 2016, recibí un montón de llamadas cuando Marco Rubio dijo, durante un debate presidencial, que necesitamos más soldadores y menos filósofos. La gente me decía: «Oye, este está en tu misma onda». Y yo les dije, en realidad no. No se trata de uno o el otro. Lo que necesitamos es más soldadores que puedan discutir sobre Kant y Descartes, y necesitamos más filósofos que puedan hacer una soldadura perfecta y reparar un grifo que gotea.


Traducción de Raúl Serradell

CONTRIBUIDO PORMike Rowe

Mike Rowe es presentador de televisión y activista que promueve los oficios manuales y técnicos.

 

Hablando bien de las cosas buenas Orgullo de familia

Orgullo de familia

Cada 15 de mayo celebramos el Día Internacional de la Familia. Este año, debido a la situación excepcional que vivimos, lo hacemos de una manera ‘especialmente’ familiar, tras haber pasado dos meses conviviendo intensamente.  A pesar del dolor, del miedo, es una fecha que festejar con orgullo, con alegría por formar parte de una institución básica y protagonista de la sociedad.

Este tiempo, tan difícil para todos, vuelve a evidenciar que la familia es la verdadera red que sostiene a los individuos, y no sólo en el aspecto económico. La imposibilidad de ver a tantos seres queridos, el temor a que les suceda algo, nos ha hecho más conscientes de lo que verdaderamente es importante en la vida, y quiénes están siempre a nuestro lado, si no físicamente, al menos sí en nuestros pensamientos.

Es el momento de aplicar lo aprendido, lo sentido. Es el momento de poner a la familia en el lugar nuclear que le pertenece, sin dejarnos engañar por los cantos de sirena de un Estado que quiere ocupar este espacio. Las familias necesitaremos medidas valientes, fuertes, una inversión en ellas -no son ayudas, puesto que devuelve cinco veces lo que recibe- y, sobre todo, que reconocimiento de su labor y respeto.

Respeto que incluye la libertad de educar libremente a los hijos, sin adoctrinamientos, sin imposiciones ideológicas; respeto a los padres; respeto al matrimonio; respeto al valor de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural…

Reforzar a la familia, invertir en ella, daría como resultado un tejido social más fuerte y la recuperación de valores para la juventud que terminarían con muchos de los grandes males actuales, como son la creciente agresividad y violencia de los jóvenes, la violencia contra la mujer, la despoblación y las adicciones.

Ni blanco ni negro, no sirve

«Çonosco tus obras y no eres ni frio ni caliente.Ojala fueras frio o caliente.Pero eres tibio;ni caliente ni frio :Por eso voy a vomitarte de mi boca.»
Apocalipsis 3;14,16.
Saludos;La Paz Contigo … y con los tuyos.

El Blog de Arena

01 indiferecnia

Hace unos días tuve una discusión con una persona que, luego de exponer sus puntos de vista políticos, se escudó tras una supuesta «neutralidad» que, por supuesto, no puede existir (al menos en esas circunstancias). Seré breve en la anécdota: Esta persona de la que hablo mostró un fragmento de una película en donde un personaje le pega un tiro a quemarropa a otro luego de un discurso político (el cual no correspondía a la película, sino que había sido grabado y añadido). Esta persona, también dijo que le gustaría que alguien hiciera un video así, pero con López Obrador.

Yo señalé que la idea contenía todos los tópicos de la derecha más radical: discursos basados en falacias, supuesta solución que implica la violencia y supuesta neutralidad; a lo que me fue preguntado: «¿Acaso no sabes que existe el apartidismo?». Bien; no seguiré con este diálogo, sino que sintetizaré lo…

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Hermetismo y Tedio

UNA LUZ MÁS

Los años pasan imparables porque caen de un calendario, yo paso desapercibida porque guardo silencio mientras siento hacia adentro, los años se van hacia allá donde solamente yo sé que existo, pero nada de lo que siento trasciende.

Las ciudades lejanas llegan a mípor el monitor con una voz arenosa, una desgracia  sacudió Haití  hace tiempo dejando miles y miles de muertos. Otra desgracia natural en Japón tras el Temblor, el Tsunami, y la radiación de plantas nucleares que sufrieron estragos por el terremoto. Hay millones de contagiados de Covid-19, casi un millón de muertos a la fecha. Mi amiga Virginia era parte de un programa de ayuda a los ahitianos tiempo antes de que sucediera lo del temblor, ahora debe estar más comprometida con la colección de bienes de ayuda, de alguna manera lo que ella siente trasciende.

Yo siento la tensión de la…

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REFLEXIÓN PARA LA MEMORIA DEL BEATO CARLOS MANUEL RODRÍGUEZ*** *04-05-20 * De la mano de María* Héctor L. Márquez (Conferencista católico)

“Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios”.                                                                                                ***

Hoy celebramos la memoria libre de nuestro primer beato puertorriqueño, Carlos Manuel (“Charlie”) Rodríguez. En una ocasión anterior publicamos su biografía. Les invitamos a leerla para conocer mejor a este cristiano ejemplar.                                                                                                                ***

El calendario litúrgico-pastoral para la Provincia de Puerto Rico nos sugiere unas lecturas opcionales para esta celebración litúrgica. Como primera lectura se nos ofrecen dos lecturas alternas. Hemos escogido 1 Co 1,26-31: “Hermanos, tengan en cuenta quiénes son los que han sido llamados: no hay entre ustedes muchos sabios, hablando humanamente, ni son muchos los poderosos ni los nobles. Al contrario, Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el mundo tiene por débil, para confundir a los fuertes; lo que es vil y despreciable y lo que no vale nada, para aniquilar a lo que vale. Así, nadie podrá gloriarse delante de Dios. Por él, ustedes están unidos a Cristo Jesús, que por disposición de Dios, se convirtió para nosotros en sabiduría y justicia, en santificación y redención, a fin de que, como está escrito: El que se gloría, que se gloríe en el Señor”.

Basta leer la biografía de nuestro beato Charlie para ver personificada esta lectura. Un humilde oficinista, de constitución débil y acosado por la enfermedad, que supo compenetrarse de tal modo con el Resucitado y la liturgia de la Iglesia, que se convirtió en precursor de los cambios en la liturgia que serían adoptados por los sabios y entendidos en el Concilio Vaticano II. Su secreto fue “estar unido a Cristo Jesús, que por disposición de Dios, se convirtió para nosotros en sabiduría y justicia, en santificación y redención”. En comparación con Cristo, nada puede ni tan siquiera considerarse como una alternativa real. Él es la fuente última de sabiduría, justicia y redención.

Vemos constantemente esa preferencia de Jesús por los débiles, lo pequeños, los humildes, cuando se trata de la Revelación de los grandes misterios del Reino. Así encontramos una santa Catalina de Siena, una santa Teresa del Niño Jesús, un beato Charlie, junto a los grandes pensadores y eruditos con todos los títulos académicos posibles. No es que Dios desprecie a los sabios e intelectuales; es que tal vez los pequeños y humildes no se sienten apegados a su propia “sabiduría” o a su éxito, y por ello pueden sentirse más receptivos y dependientes de Dios, quien les hace partícipes del Misterio.

San Pablo enfatiza que “nadie podrá gloriarse delante de Dios”, es decir, que la sabiduría humana es incapaz de conocer por sí misma la sabiduría de Dios. Solo el que se despoje de sus pretensiones humanas, es decir, el que se “gloría en el Señor” y no en su propia sabiduría, podrá alcanzar la verdadera Sabiduría.

Esa Sabiduría hizo posible que el beato, adelantándose al Concilio Vaticano II, entendiera y proclamara la importancia del Misterio Pascual, y cómo toda la liturgia de la Iglesia tenía que girar alrededor de la Madre de todas las vigilas, la Vigilia Pascual. Él supo vivir la alegría y la esperanza que Cristo nos regaló con Su Pascua. De ahí su lema:

¡VIVIMOS PARA ESA NOCHE!

Foto de tres

Y los odié a ambos, por amarse tanto para tenernos y por odiarse tanto para separarnos.`
Excelente retrato de nuestra sociedad.
La Paz Contigo … y con los tuyos.

Entramado de sentimientos

Queridos lectores: ¿soy la única en que no puede concentrarse en estos días oscuros? Espero que no, porque, a veces, me siento un poco perdida. Espero que las letras me ayuden a encontrarme.

Después de unos meses de que se separarán mis padres, encontré una foto vieja en mi caja de recuerdos, en la cual estaba con mi hermano en los brazos de mamá. Ambos éramos pequeños e inocentes y la sonrisa de mi madre mostraba despreocupación. Era nuestra pequeña foto de tres.

Como ella había guardado todas las fotos que teníamos con papá, fui corriendo a enseñarle lo que acababa de encontrar. Me dio mucha ternura cuando la agarro entre sus manos como si fuera un tesoro y la puso al lado de su cama, para poder verla cada noche antes de dormir.

Días después, por el sentimentalismo que a veces nos embargaba, empezamos a ver fotos viejas. Ahí…

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LA IDOLATRIA DE LOS DEPORTES Artículos de Nemesio R. Canales (Artículo de 1922 )

de la mente sana es que nace el cuerpo sano.                                                                                                                                  ***.

De una de las muy interesantes crónicas de Nueva York que aparecen en «La Democracia» con el sedónimo de «Jacinto Ortega», es el párrafo siguiente:
     «Yo me he dedicado a observar a los lectores de periódicos en un «subway» de seis carros durante uno de los días en que más acritud habian tomado los conflictos; y he sacado de mi observación la curiosísima e increíble estadística de que más de un sesenta por ciento de los hombres y mujeres que iban en aquel tren llevaban sus periódicos abiertos en la página dedicada a los «sports»… ¿Será posible? dicen ustedes. Desgraciadamente lo es. Ahí está la llaga. Esa es una de las razones por las cuales el pueblo americano contemporáneo es más fácil de engatusar que cualquier otro pueblo civilizado. El mundo se desploma a su alrededor y los buenos americanos no se dan cuenta porque están leyendo acerca del puñetazo que le dió Dempsey a Carpentier, o del «Home Run» que bateó Babe Ruth por encima de la empalizada del Polo Grounds. ¿Qué Alemania se arruina paralizando la lenta recuperación de Europa? ¿Ah, sí? ¡qué interesante! ¿Sabe usted que Miss Lenglen derrotó a Mrs. Mallory al tennis? ¿Qué la huelga ferroviaria va a paralizar las industrias del país? No me diga. Si los Giants y los Yankees ganan en sus ligas respectivas veremos otra lucha por el campeonato mundial de base ball en Nueva York. ¿Qué el carbón va a subir de precio? Miss Wainwright rompió el record nacional de natación…»
     Exactísima la observación. Pero lo triste es que lo mismo sucede en todo el resto del continente americano y, quizás, en todo el mundo civilizado, si bien en ninguna parte se acentúa tanto el fenómeno como entre los norteamericanos.
     Aquí en Puerto Rico, sin ir más lejos ¿hay nada que sacuda y suspenda el ánimo de las gentes tanto como un match de baseball o un encuentro entre dos afamados boxeadores? Pues lo mismo sucede en Lima y en Montevideo y en Buenos Aires. Es una borrachera de «sports» que hace del hombre moderno un ente muerto para todas las cosas del espíritu. Porque ¿qué puede esperarse de un ser humano que tiene todas sus potencias mentales embargadas por lo puramente físico y anecdótico del drama universal? ¿Cómo esperar que un autómata así, que no para la atención sino en el accidente trivial que colorea la superficie del mar de los acontecimientos, pueda reaccionar en una hora dada contra sus hábitos de acción y de pensamiento que perpetúan la injusticia y la deformidad del sistema social carnicero y embrutecedor bajo el cual vivimos y aspirar a derrocarlo o mejorarlo?
     A menudo me he detenido a contemplar el hervor de entusiasmo, casi de locura, que el hombre de hoy pone de manifiesto para estas cosas en que hacen papel de héroes los pies y los puños. Y me he preguntado hasta qué desmesuradas proporciones llegaría el esfuerzo colectivo en un momento dado en pro de esta o aquella causa grande y noble, si se lograse tan sólo desviar hacia objetivos más altos la mitad siquiera de la tremenda fuerza impulsiva que arrastra al hombre hacia los “grounds” de baseball y los “rings” de boxeo.
     ¿Y por qué esta loca y universal afición a los deportes? ¿No vale la pena preguntarse eso y ver de estudiar el fenómeno y combatirlo, ya que le roba a la humanidad más de un noventa por ciento de su fuerza para abrirse camino, por entre el error y la ignorancia, hacia planos más altos de vida social?
     Por lo que a mí toca, siempre he creído que esta idolatría del deporte viene de lejos, viene de la deificación de la forma y de la carne, de lo puramente corporal, que el seudo-paganismo del renacimiento implantó como concepto básico de toda la cultura moderna. Esto, que fue en su día una reacción saludable contra la grosera fobia de todo lo humano que trató de introducir el cristianismo, se convirtió a la larga en un mal, como sucede siempre con todo concepto que se estanca.
     “Mente sana en cuerpo sano” fué y es una dogma que desde la escuela se nos hace tragar. Todo el mundo comulga todavía con el tal dogma, producto cristalizado del estado aquel de conciencia, provocado por el renacimiento, que, en desquite de la sombría austeridad monacal del cristianismo, hacía del cultivo del cuerpo la preocupación cardinal del hombre. Y, sin embargo, lo de “mente sana en cuerpo sano”, que pudo ser bueno y cierto como reacción contra el anacoreta, no deja de ser hoy una vil paparrucha. No es del cuerpo sano de donde nace la mente sana, sino, precisamente, al revés: de la mente sana es que nace el cuerpo sano. ¿Puede ser sano el cuerpo de una humanidad cuyo espíritu está todavía en las tinieblas de la barbarie? Curémonos de ésta y todo lo demás se nos dará por añadidura.
¿Por qué hay cuerpos deformes y lisiados? Por efecto de las dolencias y degeneraciones que engendran a diario la guerra y la miseria. ¿Y éstas de qué proceden? Del estado social groseramente inculto que no ha sabido aún reemplazar la filosofía caníbal del individualismo y de la competencia por la sabia y noble filosofía del colectivismo y de la cooperación. Ya veis, pues, cómo sin el cultivo de la mente, de nada vale que se atienda el cuerpo.
     ¿Qué puede hacer el hombre embaucado desde la escuela en las horribles supersticiones y supercherías que le sirven de base a nuestro sistema social, sino enamorarse perdidamente de las patas de un héroe de baseball o de los puños de un héroe del ring? Si en la escuela, en lugar de abrumarlo y aletargarlo de muerte con horrendos librotes, rellenos del detritus mental de nuestros antepasados, se le supiera sacudir y despertar la curiosidad hacia ese mundo vario y alucinante que muestra sus maravillosos secretos al que ha aprendido a seguir en los libros (no escolares, esto es, soporíferos y muertos, sino vivos, palpitantes, llenos de actualidad), y fuera de los libros, la marcha del espíritu humano a través de la selva oscura y misteriosa de la realidad ¿acaso habría nadie tan infeliz, tan aburrido, tan vacío de emotividad, que se resignase, por todo recreo o delectación, con el cencerro musical de una cupletista, o los triviales y monótonos incidentes de un deporte físico, cualquiera que sea, cuyo interés reside todo en los pies o en los puños?
     Mente sana en cuerpo sano… No, bárbaros; al revés, al revés es como hay que enseñárselo a nuestros hijos: cuerpo sano en mente sana. Si quiere ser usted un animal limpio y sano, límpiese y cuídese el cuerpo; pero si quiere ser usted un ser humano limpio y sano, empiece por lavarse y cultivarse la mente, el espíritu, del cual es su mísero cuerpo un simple, un insignificante accidente. Enséñele eso a su hijo, señor, y su hijo, en lugar de coger el periódico para buscar la crónica de baseball o de boxeo o de hipódromo y las anécdotas pasionales y policiales, buscará el suceso grande por cuyo interior discurra jugo de trascendencia de drama y de vitalidad.
                                                                                    ***                                                                                                                               VOCABULARIO CONTEXTUAL
1.Sacuda= Que conmueva, asombre o emocione.
  2.Suspenda= Que cause admiración, maravilla, asombro.
  3.Borrachera= Exageración en el modo de hacer algo.
  5.Potencias= Aquello que está en calidad de posible, en capacidad de llegar a ser.
  6.Embargadas= Impedidas, retenidas, paralizadas.
  7.Anecdótico= Incidental, episódico, ocasional, circunstancial.
  8.Autómata= Persona  que actúa maquinalmente; sin reflexión..
   9.Hervor= Entusiasmo, empeño, sumo interés.
10.Idolatría=  Amor excesivo y apasionado hacia algo.
11.Deificación= Ensalzamiento, entronización, glorificación.
12.Seudo-paganismo= Aplícase en general a aquellas actitudes fingidas en defensa de todo lo que no es cristiano.
13.Renacimiento= Época que comienza a mediados del siglo xv y se prolonga durante todo el XVI. En esta época asistimos a un descubrimiento del cuerpo, que deja de ser pecado para convertirse en objeto de goce y alegría.
14.Cristalizado= Que ha tomado forma clara y precisa.
15.Austeridad monacal= Refiérese a lo severo, rígido y penitente de los monasterios.
16.Anacoreta= Persona que vive en lugar solitario, entregada a la contemplación y a la penitencia.
17.Paparrucha= Que es falsa, insubstancial, desatinada.
18.Barbarie= Rusticidad, ignorancia, incultura.
19.Embaucado= Engañado aprovechándose de la inexperiencia o ingenuidad.
20.Supersticiones= Creencias falsas o extrañas a la razón.
21.Supercherías= Creencias falsas, engaños o fraudes.
22.Abrumarlo= Hastiarlo, aturdirlo, fastidiarlo.
23.Aletargarlo= Aturdirlo, atolondrarlo, confundirlo.
24.Detritus (Voz latina)= Detrito= Lo que resulta de la descomposición de una masa sólida en pártículas. Refiérese a la broza o desechos de alguna cosa.
25.Soporíferos= Que mueven o inclinan al sueño.
26.Delectación= Deleitación. Placer del ánimo.
27.Cencerro= Campanilla tosca que se ata al pescuezo de las reses. Sonido continuado y monótono.

28.Cupletista= Cancionista que canta cuplés (canción ligera o insubstancial).

Hoy el reto del amor es pedirle a Cristo que derribe aquello que te pesa en tu interior. ***El Reto Del Amor * 05 mayo 2020***

“¿Qué dejas anidar en tu mente y en tu corazón?”                                                                                                                                        ***                                                                                       Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                                                                                                ***

EL NIDO CAÍDO
Uno de estos días, al salir a la huerta a trabajarla, nos encontramos un gran nido caído en el suelo, completamente boca abajo.
De lejos parecían aparentemente “unos palitos”, así que me decidí a intentar quitarlo para que la cortacésped pudiera pasar tranquilamente.
Pero, al acercarme e intentar moverlo, aquello era otra cosa: un nido hecho de palitos, sí, pero con la cavidad llena de barro, y más grande y pesado de lo que me imaginaba… ¡era toda una construcción! El pájaro que lo había hecho debía ser grande.
Nunca antes había visto uno tan grande y tan de cerca. Me encantó verlo, pero también me dio mucho que pensar. Porque, de pronto, el Señor me lanzó una pregunta: “¿Qué dejas anidar en tu mente y en tu corazón?”
Claro, aquella pregunta, después de ver semejante nido, me llegó hasta dentro. Y es que es cierto, porque cuántas veces dejamos anidar en nuestro corazón un rencor o un resentimiento hacia alguien, o nos dejamos llevar por la ira o por cualquier otra pasión… Cómo me impresionó, porque se me hizo muy clara la realidad de que lo que dejemos anidar en nuestro interior, hará ahí dentro su hogar.
Todo suele empezar así, “palito a palito”, pero, si no frenamos, poco a poco se va haciendo un nido más y más grande y pesado, hasta que logra apoderarse de la rama más fuerte de “nuestro árbol”. Y es que todas estas cosas, nos van bloqueando de tal manera, que determinan hasta nuestra forma de vivir, quitándonos la libertad para amar.
Pero Cristo ha resucitado, rompiendo todas estas ataduras para liberarnos de todo eso que hasta ahora nos ha habitado. Solo Él puede resucitarnos, derribando aquellos nidos, para dejar el hueco libre, de manera que, con Él, podamos construir otros nuevos. Así también, palito a palito, pero estos nos llenarán de Vida, porque Él sabe que, para ser felices, necesitamos ir dejando anidar en nuestro interior el Amor, la alegría, el perdón, la Paz…
Hoy el reto del amor es pedirle a Cristo que derribe aquello que te pesa en tu interior. Descubrir lo que venimos dejando anidar en la mente y en el corazón es un gran Don. Es el primer paso, el que nos da pie a poder ponernos ante Él para pedirle que los derribe y comencemos juntos a construir otros nuevos.
VIVE DE CRISTO

Feliz día!
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